Análisis: Ducktales Remastered

Ducktales Remastered es el fruto de la colaboración hecha en los cielos de Capcom, Disney y WayForward, una colaboración con la meta en 'remasterizar' un clásico de las plataformas tan grande como es el Ducktales original. Yo, sin haberlo jugado, decidí aventurarme con este remake, más que nada por los recuerdos que me traía de la aún genial serie de Disney Patoaventuras, así que este análisis será también en parte del original.

El hype subía y subía con cada tráiler, y la semana pasada finalmente me pude hacer con él. ¿Queréis saber que me ha parecido? Pues pegad el salto.

La historia es simple y se cuenta de forma muy maja en las cinemáticas, rezumando el estilo de la serie por todos los poros, que además está doblada enteramente por los actores originales (en inglés, eso sí). Esto me ha sorprendido muy gratamente, dado mi amor incondicional por Patoaventuras. En general me han dejado sonriendo como un bobo durante todo el rato que duran, sobretodo por la aparición de un modo u otro de la mayoría de los personajes principales del programa, todos con su personalidad intacta.

Técnicamente el juego es impecable, las animaciones hechas a mano resultan increíbles (de hecho me ponen triste, sabiendo que Disney ha cerrado todos sus estudios 2D) y los fondos y objetos tridimensionales, que en un principio no me convencían, han acabado uniéndose a la perfección. Además, artísticamente es muy bonito, colorido y hay un gran número de localizaciones diferentes, todas con su propia y fantástica atmósfera. Este estilo, de hecho, me recuerda mucho a la muy infravalorada película del genio Don Bluth 'Titan AE', que tiene personajes 2D con fondos y naves 3D, aunque eso es para otro día. Acompañando al estupendo apartado visual está la música, que es posiblemente lo mejor del juego. Los remix de los temas originales están hechos con un mimo increíble, y suenan de forma estupenda, mi favorito siendo el Amazonas, aunque el que todo el mundo conoce (la Luna) también es genial. Acompañando a estas está música original para a las dos fases nuevas que hay. Son muy buenas canciones, pero nada especialmente espectacular.

La jugabilidad es simplemente maravillosa, con un sistema muy peculiar: Gilito McPato puede rebotar con su bastón como si fuera un pogo para acabar con enemigos y saltar más alto. Esto, sumado al increíble diseño de niveles, no-lineal y que recompensa mucho la exploración, con vidas extras y sobretodo muchos diamantes hace que se juegue de forma muy diferente a la gran mayoría de plataformas bidimensionales en el mercado. Los jefes no son excesivamente complicados: se tienen que golpear varias veces en la cabeza y habremos acabado con ellos, aunque para la ocasión han sido ampliados, con diferentes patrones y ocasiones en las que tendremos que esquivar obstáculos en vez de atacar sin pausa.

El juego es relativamente corto, siete fases contando el tutorial y la parte de antes del boss final, aunque hay una gran cantidad de desbloqueables, que van desde dibujos de los distintos sprites de personajes hasta la música, pasando por dibujos utilizados en la serie original.

En mi opinión el juego se puede resumir a la perfección con la música de la pantalla de título: es el tema del juego original, al que se le añade música que concuerda al 100% y que le acerca más a la canción de Patoaventuras, justo como el juego: respeta al original, le da una capa de pintura que es arte en si misma y lo hace un producto muy apetecible para los fans de la serie de Disney.

Un sueño hecho realidad, vaya.

Nota: 9